Oda al Bolillo
Translated By Mahsa Hojjati
Para Francisco X. Alarcón
Ay, goldo, goldito, goldo
con esos cachetitos asoleados,
te quiero engullir a besos.
Anda sigue, coquetón bronceado,
guiño de avestruz,
acostadito color desnudo
como tamal deshojado.
Arrímate más a la mesa, bebé,
que mis manos anhelan ser
sábana y funda de almohada
para disfrazarse de cama
y fundir sus sueños al tuyo:
tú, reflejo de luna sobre laguna;
ellas, desfile de varas de garza
que te hacen zangolotear
como gelatina de mazapán.
Contigo hasta el soldado
se rinde y llega al cuartel
disparando disparates:
Ay, papacito, tamaño ladrillo,
me quebraste el corazón de un tiro. ¡Ajúa!
Ay, chaparrito, te llegué completito
pero me regaste como rompecabezas. ¡Ajúa!
Yo que sólo quise ser
panadero principal,
ruiseñor madrugador,
me acerqué demasiado al horno
para enamorar al pan.
Me chamuscó las pestañas.
Me incineró hasta quedar poeta.
Te entrego en charola de barro
lo que me queda de letra
para decir—antes que
se me seque la boca—
que no me pongo celoso
si te fugas con él, otro u otra.
Y no pediré cuentas
si elle te provoca.
Nada más te pido, querido,
que me recuerdes.
Y de recuerdo
guardaré lo que me queda
de boronas y costras.
Notes:
This poem is part of the Ruth Lilly Poetry Prize folio in the October 2025 issue of Poetry.
Source: Poetry (October 2025)